A lo largo de los años hemos compartido nuestro proyecto de diferentes maneras, en diferentes espacios, con niños y niñas de diferentes países y condiciones sociales, hemos visto que el juego es una vía fundamental para la sociabilización del niño y del ser humano, que conecta de una manera clara la actividad lúdica con la salud mental.
Aunque tenemos nuestra residencia estable en una nave de Palma de Mallorca, en los últimos años hemos dedicado nuestro tiempo a crear espacios y talleres itinerantes dentro y fuera de España, donde de manera colectiva fuimos desarrollando nuestro universo particular. En nuestros primeros años recorrimos más de 20.000 kilómetros de ida y vuelta por Marruecos, Mauritania, Senegal y Gambia. Visitamos aldeas, pueblos y ciudades.